El estaba sentado en la sala de estar y ella preparando algo de cenar, estaba nerviosa, algo en él la hacía que se pusiera así, tal vez sería aquel beso. Poco después sintió unas manos sobre su cintura, ella se sobresalto y soltó de golpe el cuchillo que traía en su mano, cayó en el piso. Ella estaba nerviosa, estaba estática, sentía atracción por el pero, eso sería serle infiel a su esposo. Tenía aquella  necesidad, pero no quería sé infiel, en un arranque se volteo, y lo beso apasionadamente, el respondió gustosamente.

Raquel rodeo el cuello de Kai con sus brazos, y él la tomo por la cintura, poco a poco fue bajando sus manos a sus muslos, la levanto sin despegar sus labios de los de ella, solo para respirar, poco a poco la fue llevándola a la mesa y la sentó encima de ella. Siguió besándola, fue bajando hasta su cuello. Ella le quito la playera, y el siguió besándola combinando besos y pequeñas mordidas, Raquel recorría el torso de él con sus manos, poco a poco el subió de regreso a sus labios y seguido, le quito la blusa a ella. Tomo enseguida sus senos y comenzó a masajearlos, mientras besaba sus labios. Poco a poco la intensidad fue subiendo que la ropa estorbaba, el se deshizo de la falda de Raquel y toda la demás ropa que traían ella  y el. Ella disfrutaba el roce de sus manos con su piel, el beso su cuello, bajando hasta sus senos, con besos y mordidas, pasando su lengua por encima de ellos, poco a poco fue bajando a su a su vientre. Volvió a regresar a sus labios pero solo le dio un beso pequeño, y poso sus manos en su feminidad, lo que hizo que ella gimiera, el comenzó a darle placer. Después ella se movió y se puso de rodillas frente a él, tomando su miembro ya erecto. El la tomo de un brazo y le levanto.

– ¿Qué haces?

–Pues no quiero que tú hagas todo, déjame ayudarte– le respondió ella, el solo se burlo y le guiño el ojo

–Tú tranquila, déjame esto a mí– dijo con tono seductor.

El la levanto y la llevo al sofá, la recostó y comenzó a besarla de nuevo, poco después el abrió las piernas de Raquel, y la miro para esperar su aprobación, ella solo asintió, el poco a poco introdujo su miembro y comenzó a moverse lentamente, poco a poco fue subiendo la velocidad, los dos gemían de placer, llegaron al punto del orgasmo él se dejo caer encima de Raquel, cansados los dos.

Un rato después, el celular de Raquel comenzó a sonar, era Taemin, ella se levanto asustada a la cocina, tomo la playera de Kai porque esa era grande y cubría mas parte de su cuerpo y tomo su celular, Kai solo se quedo viendo, un poco alarmado.

– ¿Bueno?– dijo Raquel

– ¡Hola mi amor!– dijo mi animado Taemin,  lo cual a ella le cayó como mil kilos de culpa.

– ¿Como estas, mi amor?– resalto la palabra “mi amor” y volteo a ver a Kai.

–Muy bien ¿y tú? ¿Cómo pasaste el día?

–Estoy bien, y pues no me aburrí tanto gracias a Kai que se ofreció a llevarme a ver una película al cine. – dijo volteándolo a ver. El solo soltó una risilla

–Y, ¿está ahí contigo?

–Le ofrecí una taza de café gracias a ese gesto, es tan amable– le dijo – Por cierto el auto no sirve, y me tuve que ir caminando. – Volteo a ver a Kai Que ya se había puesto los pantalones, sin camisa porque ella la tenía puesta.

–Ah, ok amor, llama a un mecánico y usa la tarjeta, mi amor ya te dejo que tengo que dormir porque mañana sigo con la grabación del video, cuídate, te amo. –

–Está bien mi amor, cuídate, Te amo, besos. –

Al colgar Raquel soltó un suspiro, y volteo a ver a Kai, el estaba recargado en el marco de la puerta con una sonrisa en el rostro

– ¿De qué te ríes?– Le dijo enojada– si me siento tan culpable

–Yo también me siento culpable, recuerda que Taemin es mi mejor amigo– se volvió a reír.

–Ya dime ¡¿de qué te ríes?!- El se acerco a ella y la tomo por la cintura

–Es que te ve hermosa con mi playera puesta– y acerco sus labios a los de ella

–Ya, ya, espérame aquí ahorita te traigo tu playera– le dijo esquivándolo y saliendo rápidamente de la cocina y corriendo por las escaleras, se dio un baño imaginado que con eso borraría su infidelidad. Cuando salió, tomo la playera de Kai, olía a él, a su perfume, simple y sencillo su aroma era provocativo, como no caer frente a él.

Salió y miro a Kai sentado en la sala viendo televisión.

–Kai, será mejor que te vayas. – le dijo poniéndole la playera sombre su hombro.

–No hasta que el mecánico se vaya, yo lo llame y ya está arreglando el auto. – le dijo mientras se ponía la camisa.

–Valla muero de hambre– se quejo Raquel. Ya que no me dejo terminar la comida pensó Raquel

–Ya pedí una pizza– dijo Kai, mientras ella se iba a sentar en el sofá al otro lado muy alejada de Kai, la volteo a ver – ¿Porque tan lejos?

–Porque estar a tu lado es un peligro – lo dijo tan bajo que solo ella escuchaba su voz.

En ese momento tocaron la puerta, era el mecánico explicando lo que había sucedido y que ya estaba listo. Fui a buscar en mi bolso dinero, cuando regrese ya no había nadie, Kai se encontraba cerrando la puerta.

– ¿Y el mecánico?

–Ya se fue– dijo despreocupado yéndose a sentar, se quedo desorbitada. – yo le pague si te lo, preguntas–

–Cuanto te cobro, yo te lo pagare– dijo apresurada, esperando la suma, con su cartera en su mano.

El se acerco a ella seductoramente

–Un beso– ella se quedo paralizada y luego le respondió.

– ¿Apoco le diste un beso a mecánico? Qué asco– le dijo bromeando, sacando la lengua

 En ese momento tocaron a la puerta, y el fue a abrir, era la pizza. El pago y cerró la puerta, llevo la pizza a la mesa, y se dispusieron a comer.

–Ya te tienes que ir ya es tarde– le dijo empujándolo a la puerta

–Valla no puedo, está haciendo frió afuera y no querrás que me enferme, ¿no?–

–Oh, bueno– subió las escaleras y fue directo a su habitación, se dirijo al armario y saco un abrigo de Taemin, y bajo ya estaba Kai recostado en el sofá, dormido.

¡Qué rayos! Pensó Raquel. Se fue a su habitación de regreso y cerro su habitación con seguro.